Angel Luis Canales nace el 29 de Junio de 1947 en Puerto Rico. Sus padres Angel Luis Canales Sr. y Ana Ilda Canales lo trajeron a la 177 Street y Lexington Ave. del Alto Manhattan, a la edad de 8 años. Durante su infancia escuchó la música de Rafael Cortijo con Ismael Rivera, la canción Jíbara (campesina) y los cantantes románticos de los cincuenta preferidos en su casa. En Nueva York, los sonidos cambiaron, sus nuevos amigos no hablaban español y en la escuela se escuchaba a Elvis Presley y el Mowtown. Luego llegó la explosión del Boogaloo. Cuando sus mismos amigos y el propio Canales se vuelcan a redescubrir la música latina a través del tumbao de agrupaciones jóvenes como Willie Colón, Johnny Colón, Pete Rodríguez y Los Lebron Brothers. En la escuela no fue muy bueno con los libros en general, pero siempre se destacó en el taller de máquinas. Así que decide presentarse a trabajar en una joyería, recomendado por un profesor que lo estimaba mucho. Primero ingresó de mensajero, luego mirando con curiosidad el arte de los talladores de diamantes, aprendió a pulirlos, tallarlos y montarlos, lo que al fin de cuentas se convirtió en su verdadera profesión de por vida.
A finales de los sesenta es reclutado para el ejército. A su regreso, encontró que algunos de sus amigos de infancia se habían convertido en músicos, entre ellos Antonio Tapia, Luis Rivera y Johnny Torres. Todos ellos reunidos en una modesta banda liderada por un pianista negro americano que se hacia llamar Markolino (Mark Dimond). Un personaje extravagante, al que le gustaba componer, arreglar y tocar el piano de una manera muy singular y adelantada para los salseros de los setenta.
Canales llega en el momento en que Markolino firma por el sello Fania, y por sugerencia de su compadre Johnny Torres va al estudio a poner su voz en varios surcos de canciones que nunca había escuchado. De toda esta improvisación, surge el LP “Brujería” donde la tímida voz de Canales se empieza a destacar en los temas: El Barrio, Yo no tengo Pena, Brujería, Tiene Sabor, Mariquita y Aguardiente.
Entre 1970 y 1974 Markolino, Angel Canales y sus amigos músicos sobreviven tocando el repertorio de éste singular LP, en bodas y bailes, hasta que Markolino desaparece del mapa por problemas personales. Se rumoreó que había muerto, pero luego lo resucitan Lavoe, Frankie Dante y Chivirico Davila en las grabaciones de “Rompe Saragüey (75)”, “Porque Adoré (76)” y “El Quinto de Beethoven (76)”. Después, volvió a desaparecer y revive milagrosamente en una grabación de Larry Harlow, en Miami en 1988 “Mortifica”.
Mientras tanto Angel Canales apoyado por la mayoría de los músicos vacantes decide arrancar una nueva etapa, donde no sólo aportaría el dinero de su trabajo, sino composiciones y liderazgo. Aparece en el LP de 1975 “Canales y la Orquesta Sabor”, producido para el sello Alegre por Joe Cain. Se destacaron en esta producción dos pianistas colombianos, el pastuso Eddy Martinez responsable de todos los arreglos y el costeño Joe Madrid ejecutante de todos los sólos.
La Radio se alborotó cuando empezó a sonar “Lejos de ti”, surgía un híbrido vocal combinación de Hector Lavoe, Juan Legido, Marco Antonio Muñiz y hasta de Fernando Alvarez, con el timbre personal del tallador de diamantes.
No fueron pocas las críticas negativas que llovieron en torno a éste enigmático cantante que se autofinanciaba y nunca buscó “la payola” para promocionar sus discos. Pero esto era sólo el comienzo, Canales impuso un nuevo estilo en las vestimentas salseras, su cabeza rapada, las coreografías y sobre todo su potente orquesta llena de músicos informales a la que le sumó los más excéntricos y agresivos artistas del Jazz de la ciudad, libres para improvisar sobre unos mambos complicados que salían de un barítono saxo, una altísima trompeta y dos agrios trombones. Era el sonido Jazzy que sonaba feliz y descomplicado, adelantado a la época. Era “El Sentimiento de un Latino en Nueva York”!
Celosamente vigilado y bloqueado por los más importantes promotores de Salsa de la urbe, que veían en Canales un ser demasiado independiente que pagaba a sus músicos los más altos salarios, en 1977 le llega a Canales la oportunidad de descubrir su acogida fuera de las “Entrañas del Monstruo”. Un empresario le envía un adelanto de cinco mil dólares, ticket aéreo y hospedaje en el Hilton de Panamá para que se presente por primera vez en Latinoamérica con toda la banda. El éxito fue rotundo, de ahí el homenaje de Angel Canales a su “Panamá Soberana”.
Las otras dos únicas salidas de Canales al exterior han sido a Caracas (Venezuela) en 1982 y una presentación en Cali (Colombia) en los 90.
Entre 1975 y 1987 Canales grabó 9 discos de larga duración. Reaparece en 1996 tímidamente en un par de grabaciones producidas desde Miami. “Niña Melé” y “Sólo se que tiene nombre de mujer”.
Angel Luis Canales, ha sido uno de los pocos vocalistas que se ha dado el lujo de presentarse sin promotores e itinerarios. Un lujo que le otorgó su verdadera profesión de tallador de diamantes.
Fuente: 100x100salsa.com/art-canales.html
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